Todos conocemos al gran magnate de las
finanzas y del petroleo, patriarca de la familia Rockefeller en la
actualidad,,el ya centenario David Rockefeller (1915-). Nombrar el
apellido Rockefeller en el mundo es sinónimo de mencionar poder,
dinero, ambición y control global . Todo ello canalizado a través
de dos grandes conglomerados empresariales de los que participa entre otros como
propietario, uno es la petrolera Exxon Mobil, la más grande y
poderosa de Estados Unidos y la cuarta a nivel mundial y el otro es
el JP Morgan Chase Bank, el quinto banco más grande del mundo y
segundo de los Estados Unidos. Muchos conocen los inicios del Imperio
Rockefeller, los comienzos del abuelo de David, John Davison
Rockefeller (1839-1937), un ambicioso contable de Cleveland que triunfó en el negocio del petroleo con astucia, ingenio y por supuesto
sin mostrar ningún tipo de escrúpulos ni piedad por sus competidores. Liderando su empresa la Standard and Oil (la futura Exxon Mobile)
junto a su hermano William Avery Jr., convirtieron su humilde explotación petrolífera en la
empresa estadounidense más lucrativa de la época. Llegando su Standard and Oil a refinar el 90% del petróleo de los Estados Unidos,
ejerciendo de facto una situación de monopolio implacable. John Davison
Rockefeller está considerado por los historiadores “oficiales”
como el hombre con la fortuna personal más grande de todos los
tiempos, una fortuna estimada en 663.400 millones de dólares de
la actualidad ,según la revista Forbes, revista por cierto, en la
cual jamás sale un Rothschild entre los más acaudalados, jamás,
¿por qué será, será ?. Del fundador de la saga Rockefeller, John
Davison, es la famosa frase: “no trabaje por el dinero, deje que
el dinero trabaje por usted”. Un dogma que ha llegado hasta
nuestros días y nos ha llevado a todos a la ruinosa situación
económica actual del sistema usurocrático especulativo, al borde del colapso y al borde de una Tercera
Guerra Mundial.
De su madre, Eliza, heredó la disciplina y el orden,
John Davison tuvo una estricta educación calvinista, que su madre le
inculcó desde su más tierna infancia. ¿Pero y su padre, William
Avery Rockefeller ?. Pocos conocen las andanzas del padre del
fundador del Imperio Rockefeller y bisabuelo del actual patriarca del
Clan, David Rockefeller.
William Avery “Devil Bill”
Rockefeller, (1810-1906), nacido en Granger, Nueva York, era el
tercero de un total de diez hermanos, era conocido por el alias de
Doctor William Levingston o “Devil Bill”. Rockefeller era un
vendedor de “elixires curativos” ambulante, descendiente de una
familia de emigrantes europeos originarios de Alemania, “Devil Bill” era
un tipo inquieto y ambicioso que pasaba largas temporadas alejado de
su esposa e hijos, los cuales residían en Cleveland, de hecho tenía
una vida paralela, era padre de dos hijas fuera del matrimonio (Cornelia
y Clorinda) fruto de su relación con su amante Nancy Brown. Bill
Rockefeller, alias Doctor William Levingston viajaba de aquí para
allá por todo el salvaje oeste, vendiendo su “milagroso elixir” para la cura de
enfermedades a todo aquel incauto que se cruzaba en su camino. “Devil
Bill” Rockefeller no demostraba ningún escrúpulo a la hora de
lucrarse con la venta de su “milagroso” producto. Lo vendía a
todas aquellas personas afectadas por dolencias que en muchos casos
eran graves o directamente incurables, “Devil Bill” llamaba a su elixir de los
milagros "Rock Oil " vendiéndolo nada más y nada menos que a 25
dólares la botella, lo que equivalía a dos meses del sueldo medio
de un estadounidense de la época. Aquel brebaje era una mezcla de
petróleo y laxante sin ningún tipo de efecto curativo.
William Avery " Devil Bill " Rockefeller
Este sujeto era el padre del fundador
del imperio Rockefeller, John Davison Rockefeller, sin duda de su
madre pudo aprender esa disciplina calvinista pero de su peculiar
padre heredó la falta de escrúpulos y la codicia infinita para
alcanzar sus objetivos, sin ninguna empatía por el adversario o por las
víctimas que sufrían sus manejos. La historia de la saga
Rockefeller está llena de grandes conquistas en el mundo empresarial
pero muy pocos saben que el gran magnate fundador del Imperio Rockefeller era hijo de un vendedor de
elixires milagrosos del salvaje oeste americano, potingue que lo
mismo valía para hacer crecer el pelo que para curarte una neumonía,
un auténtico farsante que pasó a la historia como “Devil Bill”
y que estafo a centenares quizá miles de personas vendiendo humo.¿Os suena la
canción?. ¿ Muy actual verdad?.
Fuentes:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.