Nos
han vendido por activa y por pasiva que la democracia es el gobierno
del pueblo, siendo los partidos políticos el medio de expresión de
la soberanía popular. Nuestros dirigentes según nos cuenta este
sistema llamado democrático son elegidos en elecciones libres y
éstos a su vez gobiernan para mejorar las condiciones de los
ciudadanos, mejoras sociales y económicas, es decir la consecución
del llamado “estado del bienestar”. La realidad es muy diferente,
el sistema está estructurado de tal manera que los medios de
comunicación propiedad de la élite financiera han llegado a
generar en la percepción popular un estado de opinión por el cual
todo aquello que sale en los medios existe y aquello que no sale
simplemente no existe o es directamente mentira. Los medios
bombardean diariamente a los ciudadanos con información de los
llamados “partidos mediáticos”. Estos partidos son auténticas
máquinas de propaganda política, necesitados de cuantiosas
cantidades de dinero para la financiación de sus enormes campañas
políticas. Campañas y cuando no pre-campañas de duración
permanente ya que se enlazan en el tiempo una y otra vez elecciones
locales, regionales, nacionales o europeas a lo largo de todos y cada
uno de los años. El gasto propagandístico es tan desbocado, tan
desmesurado que es imposible que se puedan financiar únicamente con
las cuotas de sus afiliados, con lo cual necesitan recurrir a la
banca privada para financiar sus actividades y una vez en el poder
hacer las leyes correspondientes que les aseguren una financiación
cuantiosa para que su maquinaria propagandística esté perfectamente
engrasada. El sistema esta estructurado de tal manera que resulta
imposible hacer llegar un mensaje político a los ciudadanos si no
cuentas con la financiación de la élite financiera y la difusión y
el respaldo de sus medios de comunicación de masas.
¿Permitiría
la élite financiera la financiación y la difusión mediática de
algún partido político que vaya realmente en contra de sus
intereses ?. Y una pregunta aún más inquietante, ¿se va a atrever
algún partido político financiado y difundido por la élite, a
priorizar los intereses del ciudadano, de su propio pueblo en
definitiva por encima de los intereses de la élite a la cual le debe
su éxito ?. Si la respuesta es no, entonces el sistema democrático
actual o gobierno del pueblo sería una auténtica farsa ya que las
diferentes opciones políticas de izquierda o derecha tienen al mismo
“padrino” detrás. “Padrino” al cual deben obedecer si desean
mantener su estatus. Con lo cual en vez de tener partidos nacionales
preocupados por su pueblo, tenemos partidos títeres preocupados por
la conservación del sistema financiero al cual le deben todo. Los
partidos minoritarios que disfrutan de un espacio menor en el
panorama político pero con legítimas aspiraciones a tener presencia
en las instituciones públicas, deben pasar el mismo filtro que pasan
los partidos mayoritarios es decir la sumisión al poder financiero
que controla la opinión pública a través de los medios de
comunicación de su propiedad. Y que en definitiva controla el dinero
a través del sistema usurocrático especulativo también de su
propiedad.
Os
adjunto un par de videos muy clarificadores sobre todo lo expuesto.
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